Ayer domingo día 3 de marzo de 2013 nos juntamos Álvaro, Sergio, Pedro y yo para ir a Villarrubia de los Ojos a hacer una ruta en parte desconocida por nosotros. Hace unos años estuvimos con Sixto haciendo la sendilla de la virgen y esta parte es la que íbamos a repetir hasta Fuente el Fresno.
De izquierda a derecha: yo (Pablo), Álvaro, Sergio y Pedro.
Esta vez accedimos al camino de la Sendilla de la Virgen por la carretera que une Villarrubia con Fuente el Fresno.
Es un camino entretenido que tras unos cuantos toboganes y subidas nos lleva a la Ermita de la Virgen de la Sierra donde tenemos una fuente y una zona de descanso muy chula.
Siguiendo en dirección Oeste nos adentramos en una senda rodeada de jaras, muy entretenida, en descenso, algo técnica y últimamente quizás algo más pedregosa. Termina en un camino que tomamos en dirección Sur descendente.
Poco después nos desviamos a la derecha para entrar a un valle que actualmente se encuentra en todo su apogeo de verdor. Está cerca de Las Caseruelas en el paraje de la Fuente del Membrillo (yo no la vi).
La última vez que vine por aquí cogíamos un carril a la izquierda nada más desviarnos del carril principal. En esta ocasión seguimos adentrándonos en el valle, acercándonos a una edificación antes de desviarnos a la izquierda para hacer una subida a un cerro y tomar un sendero corto que yo no conocía y que nos lleva a una intersección de caminos.
Desde aquí nuestro sendero continúa (al principio el inicio es poco visible) en la ladera sur de esta sierra. Esquivando piedras por una entretenida senda llegaremos a Fuente el Fresno.
En Fuente el Fresno tomamos dirección al cementerio, para iniciar la dura subida al molino. Hay que guardar fuerzas para subirlo decentemente. En esta época estoy flojito, pero aguanté a Sergio hasta la última curva final en la que se tenía guardada dos bajadas bruscas de piñones a las que ni se me pasó por la cabeza intentar responder jeje. Las vistas desde el molino son muy chulas.
Aquí echamos un refrigerio y luego probamos la nueva bajada que han hecho para la próxima carrera del OpenBtt de Ciudad Real del próximo domingo.
Cogimos luego en dirección Norte paralelos a la carretera de Toledo, por la Cañada Real Soriana hasta que nos desviamos a la derecha hacia el Caserío del Robledo. Por este carril accederemos al Carril del Pollo, que sigue en dirección Oeste-Este por otro valle situado más al sur que nuestro típico carril de los toros que solemos coger para ir a la Calderina.
Este Carril del Pollo se adentra por un valle precioso, especialmente en esta época, el del Arroyo de los Picones, que yo no sé en otras épocas, pero ahora estaba hasta arriba de agua. Tanto que en una zona había invadido el carril y las pasamos regular para cruzarlo, hasta el punto de tener que echar piedras al agua para hacer una especie de puente si no queríamos mojarnos hasta las rodillas.
Tras este vadeo del río todavía quedaban dos más pero esta vez menos problemáticos.
Poco antes de llegar a la carretera de Urda-Villarrubia tomamos un desvío a la derecha que es el llamado Camino de Valparaiso. Tenemos que pasar una valla que podemos abrir y dejar cerrada tras nuestro paso. Por esta finca de caza mayor, que es privada como cualquier sitio chulo en La Mancha (yo no estaba acostumbrado a esto en las zonas de Andalucía donde había vivido y es algo que no me gusta ni termino de comprender que haya tanto monte público vendido y al disfrute de sólo unos pocos) pasa una vía pecuaria pública que atraviesa la finca de norte a sur y que ya, después de este día, hemos descubierto que es algo que debe joder sobremanera a sus dueños y por ende al guarda de la finca, que aunque es un “mandao” nos dio la impresión de que no es buena persona y comparte los elitistas ideales de su jefes.
Este camino es público, pero creo que no el resto de desvíos que surgen de él hacia izquierda y derecha (aunque habría que comprobarlo), pues estaban adornados con sendas pancartas de prohibido el paso, lo cual es una pena pues esos desvíos nos permitirían recorrer zonas de la sierra de Villarrubia preciosas como la zona de la Casa de los Castaños.
Seguimos siguiendo el curso del Arroyo de Peña Morejón (afluente del anterior) que también lleva mucha agua y que tendremos que atravesar en alguna zona.
Una zona liosa es poco antes de la Casa del Corcho, que es la casa del guarda. Para llegar a ella tenemos que abandonar el camino principal, que toma una pronunciada curva a la izquierda en empinada pendiente. Nosotros tomamos a la derecha, prácticamente por el curso del arroyo, creo que aquí se llama Arroyo de Valdelasmozas. Tuvimos que pedalear por su curso unos metros para llegar a la valla de vía pecuaria que podemos abrir y cerrar.
Abrir la puerta y sobretodo luego cerrarla fue una tarea que nos costó Dios y ayuda pues se había formado una charca en ella y con mucho residuo en la base de la valla arrastrado por la corriente, que nos impedía cerrarla sin darnos un buen baño. Al final hicimos la operación de manera adecuada no sin cierto trabajo. No olvidéis cerrar estas vallas aunque os suponga un trabajo como a nosotros para que no se escapen los animales (aunque lo que me pide el cuerpo es que se escapen todos y se les fastidie la caza a los terratenientes de la finca por el mal trato recibido, seguid leyendo y veréis).
Poco después de esta valla llegamos a otra ya pegada a la Casa del Corcho, que tiene un candado y es privada. Hay aquí un cartel que nos indica que la vía pecuaria está a la derecha, por la orilla del arroyo. Aquí toca empujar un poco la bici hasta salir al carril principal de la casa del Corcho. Tomamos este carril en dirección ascendente y poco después pasamos una nueva desviación que nos indica que la vía pecuaria está a la izquierda. Decidimos obviar este desvío pues habíamos leído que la vía pecuaria está en muy mal estado de conservación y no es ciclable, así que seguimos por el carril. Nuestra idea era llegar hasta arriba del puerto, creo que lo llaman la Cruz de Ocaña, y allí coger de nuevo la vía pecuaria, esta vez ya en sentido descendente, hasta Villarrubia.
Nuestra mala suerte comenzó cuando en mitad de la subida nos cruzamos con el guarda, que iba a su casa en su coche. Nos dio el alto y nos comenzó a echar un sermón en mal tono. Nos dijo que ese era un carril privado y que nos diéramos la vuelta por la vía pecuaria. Nos dijo que antes dejaba a los ciclistas ir por este carril hasta arriba del puerto pero que luego en vez bajar por la vía pecuaria hasta Villarrubia se tiraban por el carril y al encontrarse con la valla le habían roto el candado varias veces. Nosotros le dijimos que en todos lados hay cafres pero que es poco probable que un ciclista lleve una cizalla para romper un candado y que la mayoría somos respetuosos. Le pedimos permiso por favor para llegar por el carril hasta la Cruz de Ocaña y luego coger la vía pecuaria porque subir por zonas no ciclables era muy costoso pero que bajar por ellas no nos suponía mayor problema, además ya era muy tarde, no llevábamos comida y eso nos iba a retrasar mucho tiempo. Pese a todo fue intransigente, no hubo manera de razonar con él. Incluso le dijimos que si quería nos acompañara a lo alto del puerto y que comprobara que nos metíamos por la vía pecuaria y no por el carril. No quiso, es más dijo que esto nos serviría de lección para que se lo dijéramos a todos nuestros amiguitos, que así aprenderíamos a no pasar por allí. No hubo otra manera que decidir si darnos la vuelta hasta el Carril del Pollo o coger la vía pecuaria en ascenso. Decidimos esta última opción. Lo que más me sorprendió es que nos estuvo vigilando desde lo lejos mientras subíamos por la vía pecuaria, empujando la bici por algunas zonas (otras eran ciclabes) e incluso llegó arriba del puerto para verificar que seguíamos bajando por la vía pecuaria. Luego fue vigilando todo nuestro descenso y verificando que desde la vía pecuaria no salíamos al carril privado en ninguno de los acceso que ésta tenía.
No quiero escribir cosas desagradables sobre nadie en un foro público, pero este personaje y su actuación prepotente (que sobrepasaba con creces a lo que es su labor impuesta por sus jefes) podría recibir todo tipo de improperios por mi parte si no me moderara.
Al llegar a la Cruz de Ocaña (1062m de altitud) cogimos hacia abajo la vía pecuaria. Su acceso está indicado con un cartel que nos desvía del carril principal en su inicio a la derecha. Aunque inicialmente la vereda está muy perdida por la vegetación y poco pisada (es una pena que no se use más, pues con el tiempo puede perderse y entonces sí que será un bien que perderá el pueblo a favor de ciertos terratenientes). Hay zonas por las que no se puede circular, en otras sí, pero echando mano de la habilidad para circular por encima de piedras, ramas y esquivando arbustos, si no os gustan las zonas técnicas mejor no vayáis por aquí en bici. En general no fue demasiado peñazo y hasta me gustó la bajada en muchas zonas, pero es que yo disfruto con esto jeje.
Termina en una valla sin candado que marca el final de la vía pecuaria. Tras esto sólo nos queda hacer una bajada larga por carril hasta Villarrubia. Por todos estos contratiempos hemos tardado más de lo previsto y ya son casi las cuatro por lo que hoy comeremos tarde en casa.
Tengo que decir igualmente que no estoy seguro de que la subida que hemos hecho entre la Casa del Corcho y la Cruz de Ocaña sea realmente la vía pecuaria en todo su trayecto, pues hay algunos cruces no señalizados y no sé si hemos hecho el recorrido real de la vía pecuaria o algún otro camino, en cualquier caso se llega a la Cruz de Ocaña y el guarda no os dará la lata por el recorrido de este track.
Al final han sido 47km (he quitado del track algunos errores de navegación por lo que en realidad nosotros hicimos algunos más), a realizar en unas 4horas de pedaleo (en situación óptima se tardaría bastante menos) y con unos 1000 metros de desnivel acumulado.
Tengo que decir que ha sido una ruta muy chula, pero que especialmente me lo he pasado muy bien, he disfrutado de buenos paisajes, zonas que no conocía y de inmejorable compañía, chicos, sois unos cracks. Ni siquiera las discusiones con el guarda nos fastidiaron el día.
Espero que algún día voces como la de Anea (Asociación para el estudio y defensa de la naturaleza de Villarrubia de los ojos) sean escuchadas. Ellos denuncian que por ejemplo esta vía pecuaria sigue existiendo gracias al pequeño mantenimiento que ellos mismo han venido realizando desde hace años, que está olvidada por la concejalía de medio ambiente que no financia proyectos de recuperación y piden apoyo al gobierno local y regional para que este patrimonio público sea restaurado con fondos y dedicación pública y no quede en olvido. Yo aportando mi pequeño grano de arena a esto os animo a todos, senderistas y ciclistas, a que hagáis este recorrido de la Vía Pecuaria de Valparaiso, disfrutaréis de paisajes que no creeríais que están al lado de casa y lo mismo algún día tenemos una vía pecuaria bien asentada para realizar este deporte que tanto nos gusta. Para acceder andando un buen sitio es dejar el coche en la carretera Villarrubia-Urda en su km14 cerca de las Casas de la Fuente del Pocito, donde sale el Carril del Pollo. El acceso desde Villarrubia es más feo y hay que hacer un largo acercamiento por zonas de cultivo con menos valor paisajístico antes de llegar a la vía pecuaria.
Podéis descargar el track de Wikiloc pinchando aquí:
Pablo, 3 de marzo de 2013.
Es lamentable. Comparto tu opinión. Yo vivía antes en Madrid y lo que veo en Toledo es para echarse a llorar. Al lado de mi casa, el Monte de Layos, precioso de subir con la bici, es todo del tal señorito Oriol. Y aunque lo atraviesa una vía pecuaria, se la trae floja. El caciquismo en estas tierras rebasa los límites permisibles en los tiempos que vivimos. Deberíamos organizarnos y empezar a reclamar el libre tránsito por los caminos públicos, algo que cada vez es más difícil.
Reclamar no, exigir el libre transito por los caminos públicos, dicho esto y que yo también estoy disgustado por el hecho de que desde la desamortización de Montes de Toledo en el sXIX no ha dejado de regalarse ese monte a los caciques de turno. La última entrada de mi blog hace referencia al tema. Aunque no lo creáis y a pesar de excederse en celo el guarda hizo su trabajo, seguramente el tema de los candados (si es verdad) fuera por parte de cafres en moto o furtivos.
Sólo os pido que no os salgáis de los caminos públicos y las sendas «oficiales» y que las uséis todo lo posible para que no se pierdan. Pero por favor no os salgáis de los senderos marcados ni en el monte público, ya se hace muy difícil defender la actividad con la panda de cafres que pululan por el monte y acabarán más pronto que tarde prohibiéndonos a los ciclistas circular por el, cada vez hay más puertas en el campo, eso que se dice que supuestamente no se puede poner.
En San Pablo de los Montes lo sufrimos continuamente, tenemos casi 7000 hectáreas de monte que son propiedad del Ayuntamiento (monte público pero propiedad de los vecinos) se han jodido campos de helechos, senderos por los que ya ni se puede caminar, prados,… la combinación de sequía y lluvias torrenciales de los últimos años (ha habido días que en 24 h han caido entre 100 y 200 l/m2) es determinante cuando con cada derrapada se va limando la hierba, musgos y líquenes del suelo… por eso os pido que uséis los caminos y senderos públicos todo lo que sea posible para que no se pierdan pero con sentido común y sin salirse de ellos…
Y por favor no hagáis mucho ruido, a veces se escucha a una grupeta llegar desde un kilómetro, disfrutaréis más de la fauna local que es muy rica y así no la molestaréis.
Saludos.
Hace un par de semanas, pasé por el camino de Valparaiso, andando tranquilamente con mi perro (cachorro). Cuando de repente, llegó un coche con tres personas. Una de ellas se identificó como el propietario de la finca, otro el guarda y el tercero no se identificó. A mi, no es que hablaran de mala manera, me llegaron a amenazar diciendo que su perro me podía matar, además de gritos y una actitud muy violenta, esperando que le respondiera y le diera un guantazo que era lo que se merecian. De todos ellos, el peor fue el propietario. Que gentuza. Por todo esto, quien lo lea y tenga ganas de dar un paseo en bici o andando, ir allí, para que vean que ese camino no es suyo, y si teneis algún problema, no dudeis de llamar a la Guarcia Civil de Daimiel o Villarrubia, que ellos ya tienen conocimiento de este problema.
Menuda gentuza estaos personajes…
Hace un año o así tuvimos el mismo problema con este guarda un grupo de carrión. Comparto todo lo escrito. Nos puso de mala leche y eso que nos pilló cuando ya habíamos salido de la finca. Ya me estoy pensando cambiar la próxima ruta por esta sierra para pasar expresamente por esta vía pecuaria. Lo que quieren es que se pierda, mantener los caminos privados y que nadie pueda pasar por este monte. Propongo quedada masiva para dejar claro por donde va la vía pecuaria y recuperar las zonas que estén en peor estado
En Villarrubia hay un grupo de senderistas que ya hemos hecho esta vía 3-4 veces entre el año pasado y éste. En ninguna ocasión hemos tenido problemas con guardas ni con nadie. Hemos sido respetuosos con los caminos públicos, hemos dejado las puertas cerradas, hemos dejado la naturaleza como la hemos encontrado. Disfrutamos con esta ruta como el que más y lo único que lamentamos es que siga habiendo «deportistas» que tiran papeles, rompen candados y desdibujan senderos a base de coger atajos. Mañana domingo, por cierto, vamos a recorrerla otra vez.
Hola Rosario. Coincido totalmente contigo y supongo que el comentario no lo pones por nosotros pues compartimos, y así lo hacemos siempre que vamos al monte (por lo menos mi grupo y la gran mayoría de ciclistas que conozco), todo los aspectos del respeto a la naturaleza que has puesto. En nuestra ocasión la experiencia con el guarda fue muy desagradable y no merecida, afortunados vosotros que no la habéis tenido.
Saludos
Pablo
Por supuesto que no lo digo por vosotros; se os nota que sois buenos. Lo digo porque he visto competiciones que dejan el campo sembrao de botes y papeles; conozco «senderistas» que tiran pañuelos, mondas de naranja y arrancan flores; conozco cazadores que dejan colillas y cartuchos; domingueros que hay que echarles de comer aparte… En fin, que a veces justifico que el paso por las fincas esté vigilado; lo que no justifico es la grosería o la inflexibilidad.
Saludos para todos vosotros.